Con el particular sonido santiaguino, esta banda entrega juegos de palabras y formas de avanzar muy felinas, profundos y oscuros, con ese sonido de caja de batería agudo y seco que te guía por todos los lugares y pasajes mentales que te van entregando con onomatopeyas violinísticas... Buenos, logran la incrosteracion.
Muy teatrales, me imagino esos capítulos de Félix el gato, donde la música la hacía Club foot orchestra, (si alguien tiene algo de ellos por favor mándemelo que los he buscado mucho y solo he encontrado un tema!) con desintegraciones de la realidad y conciencias que te confunden y te retan... y de ahí todos bailan.
En este disco, homónimo, en la batería Alexander muñoz, en el piano y voz Carolina Holzapfel, Jair Moreno en el clarinete y Marcela moreno en la Viola.
domingo, 5 de junio de 2011
Bendita prudencia
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